domingo, 10 de febrero de 2013

De cómo inventamos la 'ñ'

Dalias rojas, de Emil Nolde

Es curioso que la letra distintiva del español, la que está en su propio nombre y en el de nuestro país, la ñ, sea una grafía que no existía en latín, es decir, que nos la hemos inventado.

El origen de la ñ está en la economía, en la necesidad de los copistas de la Edad Media de ahorrar esfuerzo. La secuencia nn, para abreviar, empezó a escribirse con una sola n y una virgulilla encima que la distinguía de la n propiamente dicha, y así en lugar de tener que escribir dos letras, escribían una con una pequeña rayita encima. Si entonces hubiera estado inventada la fotocopiadora, hoy la ñ no existiría.

Curiosamente la ñ ha pasado del castellano al gallego, al euskera y a muchas lenguas indígenas sudamericanas, como el quechua, el guaraní y el aimara, y también al tagalo filipino. El italiano y el francés optaron por el grupo gn para reproducir ese sonido, mientras que el portugués eligió nh y el catalán ny.

Con la revolución informática hubo un intento de eliminar la ñ, los primeros teclados de los ordenadores venían sin esa letra y hubo propuestas para volver a escribir nn o alguno de los grupos de las otras lenguas románicas, pero la flojera que nos sobreviene cuando se trata de poner puertas a tanto término inglés, se convirtió en defensa cerrada a la hora de proteger esa letra indefensa que finalmente hemos dado en señalar como la que nos identifica: la ñ es el origen del logo del Instituto Cervantes.

De cualquier forma, como ser diferente en este mundo globalizado no deja de ser un problema, los que tienen una ñ en su apellido (yo la tengo en el segundo, por suerte) sabrán de las dificultades a la hora de elegir un nombre para el correo electrónico, introducir los datos en un formulario de Internet o traspasar alguna aduana especialmente cicatera.

3 comentarios:

  1. Muy curiosa la explicación del origen de la "ñ". Yo lo desconocía. En euskara he visto alguna vez que solían poner un rabito a la "r". ¿Es por el mismo motivo?
    Josean.

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    1. Sí, fue una forma de duplicar la 'r'. Me suena que fue cosa de Sabino Arana, pero no estoy segura, con la creación del euskera batua desapareció por completo.

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  2. La aparición de la ñ me parece una muestra de cómo el castellano aportó soluciones imaginativas y arriesgadas para la transición desde el latín vulgar, respecto de otras lenguas romances y respecto de los otros dialectos que había en la Península (navarro-aragonés, catalán, leonés, etc), por lo que el dialecto castellano acabó siendo la lengua que acabó triunfando y siendo la lengua extendida a todo el territorio nacional y que ya pasó a ser la lengua española en el siglo XVI.

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